Lo tenía ganado. Luchando, aguantando con casi todos los jugadores metidos atrás y salvándose varias veces de milagro gracias a la mala puntería de los locales. Y cuando restaban jugarse sólo 30 segundos de los cuatro minutos que había adicionado el árbitro, el último pelotazo que cayó en el área "pincha" no pudo ser reventado por ningún defensor y pum. Chau Reducido. Chau ilusión.Aunque por lo realizado durante el encuentro disputado en el estadio Francisco Urbano no merecía llevarse el triunfo, Estudiantes estuvo muy cerca de conseguirlo ante un Deportivo Morón que tuvo las situaciones de gol más claras, pero que hizo sufrir y, sobre todo, enojar a su público hasta el final, cuando logró el empate que lo metió en las semifinales del Octogonal. El empate que dejó sin nada al "Pincha".
El partido estuvo plagado de imprecisiones. Con un "Gallo" que salió a atacar durante toda la etapa inicial y se durmió en el primer cuarto de hora del complemento. Siesta que aprovecharon los dirigidos por Leo Ramos para pasar a ser quienes dominaban la pelota, adelantarse en el campo de juego y llegar al 1-0, a los 60 minutos, mediante la corajuda corrida de Nahuel Pansardi, que recogió un rebote en la puerta del área grande del local, amagó ante al defensor que salió a achicarle y con un potente derechazo puso la ventaja que clasificaba al conjunto de Caseros a la siguiente ronda.
El "Matador" lo tenía controlado. Y hasta pudo aumentar debido a las dudas del arquero Leonardo Griffo que en un par de oportunidades se enredó los pies con el balón y terminó salvando a su equipo despejando desesperadamente ante la presión de los delanteros de la visita. Creció aún más el dominio de Estudiantes cuando a los 72 minutos Ignacio Celaya se fue expulsado por doble amonestación, tras una dura infracción contra Cristian Lillo.
Sin embargo, cuando ya se moría el partido, Morón cosechó todo lo que había sembrado con tantas chances generadas en su favor . La gente de los del oeste se impacientaba y ya sonaban fuerte los insultos hacia sus jugadores, hasta que apareció Marcelo Vega, en el tercer minuto de descuento, para calmar a las fieras con la igualdad y el festejo por el pase a semifinales que los habilita para jugar ante Deportivo Merlo por un lugar en la final del Reducido.
Por el lado de los de Ramos, no se les puede decir nada (malo), si se tiene en cuenta cómo estaba el plantel cuando lo entrenaba Gonzalo González, y cómo cambió por completo con la llegada del uruguayo al banco "pincha".
Esperemos que con la supuesta renovación que tendrá la dirigencia del club en poco más de un mes, no sólo se cambie el modo de manejar la institución en lo administrativo, sino también en las decisiones vinculadas a lo futbolístico. De ser así , la esperanza se renovará en todos los hinchas de Estudiantes... Aunque en realidad, como cada año, pase lo que pase la ilusión y la esperanza se renovará.
El partido estuvo plagado de imprecisiones. Con un "Gallo" que salió a atacar durante toda la etapa inicial y se durmió en el primer cuarto de hora del complemento. Siesta que aprovecharon los dirigidos por Leo Ramos para pasar a ser quienes dominaban la pelota, adelantarse en el campo de juego y llegar al 1-0, a los 60 minutos, mediante la corajuda corrida de Nahuel Pansardi, que recogió un rebote en la puerta del área grande del local, amagó ante al defensor que salió a achicarle y con un potente derechazo puso la ventaja que clasificaba al conjunto de Caseros a la siguiente ronda.
El "Matador" lo tenía controlado. Y hasta pudo aumentar debido a las dudas del arquero Leonardo Griffo que en un par de oportunidades se enredó los pies con el balón y terminó salvando a su equipo despejando desesperadamente ante la presión de los delanteros de la visita. Creció aún más el dominio de Estudiantes cuando a los 72 minutos Ignacio Celaya se fue expulsado por doble amonestación, tras una dura infracción contra Cristian Lillo.
Sin embargo, cuando ya se moría el partido, Morón cosechó todo lo que había sembrado con tantas chances generadas en su favor . La gente de los del oeste se impacientaba y ya sonaban fuerte los insultos hacia sus jugadores, hasta que apareció Marcelo Vega, en el tercer minuto de descuento, para calmar a las fieras con la igualdad y el festejo por el pase a semifinales que los habilita para jugar ante Deportivo Merlo por un lugar en la final del Reducido.
Por el lado de los de Ramos, no se les puede decir nada (malo), si se tiene en cuenta cómo estaba el plantel cuando lo entrenaba Gonzalo González, y cómo cambió por completo con la llegada del uruguayo al banco "pincha".
Esperemos que con la supuesta renovación que tendrá la dirigencia del club en poco más de un mes, no sólo se cambie el modo de manejar la institución en lo administrativo, sino también en las decisiones vinculadas a lo futbolístico. De ser así , la esperanza se renovará en todos los hinchas de Estudiantes... Aunque en realidad, como cada año, pase lo que pase la ilusión y la esperanza se renovará.
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