Morón 3 - Estudiantes 0: El Pincha, Uno x Uno

El análisis del rendimiento de cada jugador de Estudiantes en la derrota frente a Morón, por la 3ª fecha de la Primera B.

Martín Ríos (5.5): En el inicio, le sacó un tiro libre desde de 25 metros bien ejecutado por Zúñiga que pedía red. Sin embargo, quedó a mitad de camino en el córner que terminó en el primer gol. No tuvo nada que hacer en los dos goles de Akerman. En el complemento intervino siempre que pudo para evitar que la derrota sea más abultada.

Guillermo Santana (2.5): El exQuilmes está lejos de su mejor versión, esa que supo mostrar en varios pasajes de la temporada pasada. Impreciso y sin decisión para ir o quedarse. En el arranque del segundo tiempo dejó a su equipo con uno menos por un planchazo ingenuo a Espinoza, producto de una llegada a destiempo.


Carlos Zavaleta (3): Fiel a su estilo férreo, reventó toda pelota que le llegó a los pies o a la cabeza. Sin embargo, mantiene un ritmo demasiado bajo para las exigencias de la categoría y la diferencia se hace evidente, sobre todo, en velocidad.

Nicolás Gásperi (4): Tras las expulsiones de Santana y Montero, el capitán del Pincha -junto a Zavaleta- hizo lo que pudo frente a un Morón que atropellaba con su ofensiva y ese gasto no fue suficiente para evitar la goleada.

Cristian Tavio (4): En lo que significó su retorno oficial a Estudiantes, el marcador de punta izquierdo, no marcó la diferencia y terminó siendo reemplazado en el entretiempo. Sus intentos de subidas por su lateral dejaron más de una vez al descubierto su espalda.

Federico Carneiro (3.5): Desaparecido durante varios momentos del partido hasta el punto que Estudiantes parecía estar jugando con 10 jugadores antes de las dos expulsiones. Así y todo Nardozza lo trajo para que juegue y estuvo los 90 minutos. Cuando Estudiantes quedó con 9 jugó sus mejores minutos, pero como defensor.

Jonathan Soria (5): El medio sigue haciendo agua por todos lados y Soria sigue haciendo lo que puede ante esto. Mejor en la marca que en los avances para intentar conectar con los de arriba, aunque ésta, con tantos nombres en ataque, no debería ser su tarea.

Gastón Montero (3.5): Después de una dura entrada de Cabrera en los primeros minutos (sumado a que Possi no lo amonestó) Montero quedó enfurecido todo el partido. Se veía venir que tarde o temprano lo iban a echar, aunque se hizo esperar a los 21´ del complemento. El juez de línea Juan Manuel González observó el golpe que el lateral vestido de volante izquierdo le propinó a Gonzalo Juárez en plena discusión.

Edilio Cardoso (5): Por su posición de enganche o mediapunta se desperdician muchas de sus cualidades para el desequilibrio. La única jugada clara de Estudiantes nació de un desborde propio con centro atrás para un Soriano que pudo haber empatado el partido.

Cristian Yassogna (4): Puro sacrificio pero nada más. Torcido con el arco, torcido con los pases y, lo que es más importante, torcido en la comunicación con Soriano y Cardoso.





Abel Soriano (4.5): La principal vìctima de un sistema sin enganche definido. Nadie que le tire un centro, ni nadie que lo asiste en profundidad. Además, absorbido por Cabrera y González (salvo por la del desborde de Cardoso) no le llegó una pelota adentro del área.


Roberto Armúa (5): Aunque con relativo éxito, su estadía en la cancha (ingresó en el entretiempo) fue de mayor a menor. Con el partido 0-2 abajo, arrancó con ganas, intentando ser el conductor que le viene faltando al Pincha. Por momentos lo logró, pero su fútbol se fue diluyendo a la par del resto del equipo.



Cristian Gutiérrez (4): Ingresó por Soriano y sufrió las mismas limitaciones pero con una diferencia: a él no le quedó ni una.






Diego Figueroa (-): Con las mismas ganas que cuando entró contra Comu. Pidió todas arriba, se mostró siempre, pero al igual que el resto de los demás delanteros (sumado a que el equipo ya estaba partido), no le llegó la pelota.




Fabián Nardozza (2): El mismo Estudiantes que vimos en las dos primeras fechas pero ante un rival mucho más poderoso. No tomó ningún recaudo para con Akerman o Ábila. Encima la posición de Zuñiga fue un dolor de cabeza para el equipo, aunque el DT pareció no percatarse de esto o al menos no lo demostró sobre la marcha con reacciones tácticas.

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