Opinión: Después de varios años, Estudiantes volvió a ganar un partido de los 'importantes'

Por Seba Veigüelo  

Hacía años que Estudiantes no ganaba un partido tan importante. El último había sido en 2006 contra Almirante Brown. Después, siempre perdió en los partidos clave, como con Sarmiento la última vez o las eliminaciones de los octogonales (Villa San Carlos, Acassuso y tantas más). Es cierto que la temporada pasada le ganó una final a Brown de Adrogué (gol agónico de Joan Gaona). Pero contra Platense ganó uno de esos partidos que te hacen ilusionar en serio.

El Pincha no encontró su mejor juego, pero le sobró actitud para remontar el resultado adverso, algo que no había podido conseguir este equipo en ningún otro partido de los que arrancó perdiendo en el campeonato. Los puntos más altos, como siempre: el arquero Martín Ríos, que se jugó la vida en la última pelota -entre otras en las que intervino-, y Cristian Yassogna, que jugó otro partidazo como viene ocurriendo últimamente. Sin dudas, ambos vienen un paso por delante del resto del equipo. 

Los centrales anduvieron muy bien, principalmente Chicha Tavio. Nico Gásperi tuvo un par de fallas, pero lo compensó con el gol. En general, hubo orden defensivo y el medio también se vio más prolijo, algo que se había perdido en Villa Crespo. El Mudo Ruíz volvió a la intermitencia que había mostrado en sus primeras épocas en el club. Se le fue la magia de los últimos partidos, pero no las ganas, porque aunque no le salían todas, intentaba, no se escondía y la pedía siempre. Ruíz, al igual que el Mono Soria y Yassogna son de los que la piden siempre, en un equipo que, por lo menos contra Platense, tuvo muchos puntos irregulares, que compensaron su labor con más huevos que fútbol.

Por otra parte, Carneiro no está a la altura de Estudiantes. Le falta un montón y no se entiende como Gaona no va ni al banco, mientras Carneiro es titular inamovible. Además, Santana jugó con miedo: se sacaba la pelota de encima y nunca la quería. Y Soriano....  al Rubio siempre le faltan cinco para el peso, pero esta vez tuvo el gol y no se le puede decir nada...

No entendí los cambios. No sé si el técnico quería ganar o empatar, pero le aviso que sólo servia la victoria. Parecía que se conformaba con el puntito, porque cuando iba 1 a 1 sacó a un delantero y puso un volante, y después sacó al más creativo y metió a Sosa, que no se parece ni por asomo al que ingresaba en los últimos 20' en la era Pasini y marcaba la diferencia.

En definitiva, pese a algunos detalles que hay que seguir laburando, lo más destacado es que se ganó un partido que vale doble, uno de esos que hacía demasiado tiempo que no se ganaban y que, además de motivar al equipo, le da más ilusión a todo Caseros.

Foto: Heva Imágenes
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